Nos venden humo con nieve en polvo

Van 7 temporadas que ya han pasado desde que la Estación de Esquí Sierra de Béjar-La Covatilla se puso en marcha con grades aspiraciones que no se han consolidado después de tantos años.
La gestión era, a priori, bastante fácil porque se trataba de eso, de una gestión, sobre unas instalaciones sufragadas con dinero público de las diversas instituciones que apoyaron el proyecto cuya viabilidad económica está ahora en entredicho por la propia gestora.
De hecho, ahora, abre un procedimiento para la regulación de empleo, es decir, para deshacerse, de 22 trabajadores del total de 25 que mantiene la Estación en esta época. Además de arrastrar unos números pésimos en cuestión de deuda adquirida y acumulada durante todo este tiempo.
Lo que nos lleva a la conclusión de que la gestión no ha sido muy buena, o que la estación no era la panacea que nos vendieron.

Pero lo que más nos llama la atención es que todo esto se conoce después de que nos vendieran a bombo y platillo que este ha sido, a juicio de la gestora, la segunda mejor temporada desde su existencia, pero en cambio, se produce una regulación de empleo masiva del 88% de la plantilla de trabajadores.
Si esta ha sido realmente la segunda mejor temporada, y se produce esa regulación del 88% del empleo, ¿No es esto una contradicción más que importante?

Yendo un poco más allá, si se realiza esta masiva regulación con una “buena temporada” como se calificó desde la gestora, es que ¿No basta con buenas temporadas para mantener siquiera los empleos? ¿Entonces cómo tendrían que ser las temporadas para mantener esos puestos de trabajo?
Si no bastan las buenas temporadas, ¿Es que entonces la Estación es pan para hoy, es decir, para la temporada invernal –si nieva, cada vez menos, por cierto- y hambre para mañana, es decir para el resto del año?
¿Se puede llamar motor de la economía y del turismo de Béjar a algo que es tan voluble y tan inestable que no es capaz de sostenerse a pesar de tener “buenas temporadas” y que no se consolida después de 7 años de funcionamiento, gestionando unas instalaciones ya puestas y sufragadas por el dinero público?

Y aun no siendo agoreros, habría que tener en cuenta que la evolución del clima es proclive a un ascenso paulatino de la temperatura a nivel global. A mayor aumento de la temperatura, menor número y calidad en las nevadas por esta zona… si una “buena temporada” se salda con la regulación de empleo del 88% de los trabajadores… ¿Qué significaría una mala temporada?
Quizás influya una gestión que no calificaremos desde aquí, pero que se ha dedicado más a la edición, publicación y distribución de panfletos contra candidatos políticos en las últimas elecciones municipales al Ayuntamiento de Béjar, en vez de gestionar, como supuestamente era su cometido, esas instalaciones públicas. Quizás, desde la gestión, tendrían que platearse sus preferencias y prioridades; y decidir que es más importante su gestión de un bien público, que el intento baldío de promover la denostación y descrédito, mediante una presunta difamación a un candidato, actualmente concejal, del Ayuntamiento de Béjar.

Según parece, la solución a este problema artificialmente creado, pasa por una ampliación de capital interno de un total de 654 acciones, por las que habría que desembolsar un total de 654.000 euros. Una ampliación de capital que el lunes fue aprobado por la Asamblea de Accionistas.

Nos llama poderosísimamente la atención esta decisión, teniendo en cuenta los datos que hay encima de la mesa. Se baraja como única posibilidad para garantizar la viabilidad económica de esa gestión. Una gestión que, de confirmarse los hechos denunciados por Ecologistas en Acción, tanto en la Junta de Castilla y León, como en la Unión Europea, tendría que hacer frente a una elevadísima sanción económica y a la redirección de todo lo que se habría emprendido, de manera presuntamente ilegal, en las instalaciones de la Estación.

Esto último, se confirmará o no, entre la jornada de hoy y mañana. Hoy con una reunión de los altos representantes europeos con Ecologistas, y vecinos de Béjar, Candelario y el Tremedal; y mañana con la inspección de los miembros de la Unidad de Infracciones de la Unión Europea que se desplazarán a esas instalaciones para constatar la realidad de las denuncias presentadas por Ecologistas, y si se confirmaran esas presuntas ilegalidades, obrar en consecuencia.
Decía un viejo profesor que tuve en la Universidad de Salamanca, que si un negocio no tiene inversión, solo gestión, y no es viable en 5 años, no es negocio, a no ser que se tengan otros intereses beneficiosos que te permitan mantener la oferta llamativa de un producto deficitario. ¿Será eso lo que esté pasando en Béjar con la Estación de Esquí?

Resumiendo, que se puede estar de acuerdo o no con los Ecologistas, se puede o no estar de acuerdo con el Parque Natural, se puede estar o no de acuerdo con la ampliación de la estación de esquí; pero desde el punto de vista económico no habría duda si sumamos que:
1.- Las más que posibles sanciones por las presuntas ilegalidades urbanísticas en la Estación de Esquí por parte de la empresa gestora pueden ser millonarias.
2.- El impago del canon establecido en el contrato con el Ayuntamiento de Béjar que estaba gobernado en aquel momento por el PP, no repercute en las arcas municipales desde hace siete años y los bejaranos no sabemos dónde va destinado y no lo vemos por ningún lado. Que si se tuviera que abonar ese canon que no se abona desde hace siete años, y vista la situación económica de la estación, acabaría directamente con su funcionamiento.
3.- De las licencias municipales ya hablaremos otro día.
4.- Se califica como buena temporada, la segunda mejor de su historia a juicio de la gestora, esta misma temporada en la que se abre expediente de regulación de empleo al 88% de los trabajadores.
5.- Se aprueba una ampliación de capital de 654.000 euros, por falta de liquidez.
6.- Hay una deuda más que significativa que se viene arrastrando desde los comienzos de la gestión, que ya es millonaria en euros.
7.- Y que a todo esto habría que sumar, para más INRI en la más que dudosa viabilidad económica de la estación, el cambio climático global que se nos avecina.

Teniendo todo esto en cuenta, ¿Qué futuro espera a esa estación dentro de unos pocos años cuando se acaben de consolidar los intereses urbanísticos de determinadas personas creados al auspicio de la estación?