Determinados agentes
no comprenden el concepto de línea editorial independiente porque entienden
la vida con la única existencia de dos clases de personas. A saber: Los míos y
los que van contra mí.
Para esos agentes no
hay lugar para el pensamiento independiente, no hay lugar para la
discrepancia, no hay lugar para otra opción más, y peor aún si es diferente.
Hasta aquí, y conociendo el lector la línea de Béjar FM,
podría pensarse que estamos haciendo referencia a esos agentes
recalcitrantemente retrógrados y reaccionarios. También. Sin embargo, y dando
por demostrada esa actitud en el conservadurismo extremista que cree tener en
propiedad el gobierno, esa situación es
más hiriente cuando se produce desde la supuesta ideología progresista. En
ese mismo instante, se equipara la falta de capacidad de los unos con la carencia
de aptitud de los otros, y es difícil
discernir para el común de los mortales cuál es realmente la diferencia cuando
ambos defienden “lo suyo” con los
mismos métodos.
Esto que parece algo común en diferentes niveles políticos,
también se da en lo próximo.
Reflexione el lector en cuántos agentes llevan esa bandera, y se apropian de una coyuntura a la
que no contribuyeron en absoluto, mientras en 2006-2007 callaban como
putas (con nuestro máximo respeto a quien ejerce esa profesión) cuando un medio de comunicación, que sí
contribuyó a esa coyuntura, era atacado
inexorablemente mediante los más rastreros métodos.
Éramos muy pocos los que nos
atrevíamos a alzar nuestra voz denunciando las actitudes caciquiles, y los
desaguisados, de una administración a la deriva. Los
podemos contar con los dedos de una mano. Nuestro especial agradecimiento desde
estas líneas a las figuras de Jesús
Cascón, Raúl Hernández, Antolín Velasco y Miguel Ángel Cabezas.
Después de habernos
significado contra la sinrazón de los modos y de las formas del más puro
fascismo localista, cuando realmente hubo que significarse, ahora no admitimos, bajo
ningún concepto ni circunstancia, que
determinados agentes traten de darnos
lecciones de reformismo a quien recibió amenazas de muerte por decir en un
medio de comunicación lo que pensaba, y a quien ha defendido, defiende, y
defenderá la libertad de expresión hasta el final de sus días: LE PESE A QUIEN LE PESE.