Sin Caldera en el Gobierno, perdemos todos los bejaranos

Ayer tratamos la noticia de la no presencia del bejarano Jesús Caldera en el nuevo Gobierno de España. Con el audio de los alagos del propio presidente hacia la figura de su ya ex ministro, con la valoración del propio Caldera que decía sentirse satisfecho con el nuevo encargo de la creación de una macro fundación socialista al estilo de la Faes del PP, y la valoración también de sus compañeros en Salamanca.

El viernes, sin ir más lejos, tratamos de explicar en nuestro editorial las opciones que tenía el único representante de Béjar en el Congreso de los Diputados en las cábalas que hacían desde los medios nacionales, y de entre todas esas posibilidades, salió la que menos se esperaba, la sorpresa reconocida por los medios afines y no afines al Partido Socialista: La no presencia del bejarano en el Gobierno, la no presencia de uno de los hombres de más confianza del presidente en los últimos años; y el miembro del Gobierno más progresista del Gabinete anterior. Las causas quedarán entre ellos aunque ya se empieza a especular que una podría ser los malos resultados cosechados en su propia tierra, en Béjar y Salamanca; también las desavenencias con Pedro Solbes desde el punto de vista económico, y también, desde el punto de vista de la ambición del bejarano en ocupar una tercera vicepresidencia de Asuntos Sociales y el recelo que esto hubiera podido producir en el mismo Solbes, y el la mismísima De la Vega. Esto último ya desmentido por Jesús Caldera en diversos medios de comunicación.

En cualquier caso, la decisión ya está tomada, y Caldera no formará parte de este Ejecutivo.
Una decisión que no favorece a los intereses de Béjar en absoluto. Se le podría criticar a Caldera que no hubiera echado el resto en su tierra, cada uno puede opinar lo que le plazca que para eso estamos en democracia; pero si una cosa resulta obvia, es que no estando esa representación bejarana en el Gobierno, si antes poco se tiraba para Béjar, ahora las probabilidades de que ésto ocurra serán menos.

Es decir, que si antes nos podríamos quejar de que el Ministro miraba poco para acá, ahora ni siquiera nos podemos quejar de eso porque no hay Ministro para mirar para acá.
La no presencia del bejarano en el Gobierno ha sido criticada incluso, por quien se batió el cobre con él a cara de perro en el Congreso cuando era portavoz. Dicen que si tu oponente te elogia es un arma de doble filo, pero si en el caso de Caldera, ese elogio es unánime por ambos frentes, dice mucho de la capacidad de la persona y de la caballerosidad de sus adversarios y compañeros. Aunque si nos ceñimos a las tierras charras, los adversarios sean tan ruines que hacer leña del árbol caído.

Lo que me parece realmente mezquino es que haya quien lo celebre. Me parece inconcebible que alguien que quiera a esta tierra, sea de la ideología que sea, se alegre de que uno de sus hijos que hubiera tenido la posibilidad de mirar por ella, se quede fuera de un Ejecutivo desde donde podría (y no decimos que lo fuera hacer, pero sí que podría) influir para que se tuviera en cuenta esta ciudad y esta comarca a la hora de favorecer los intereses de progreso, empleo, bienestar social y sanitario, con la demanda tan acuciante de solución inmediata que padecemos en esta zona.

Sin el bejarano en el Ejecutivo nacional, como ya dijimos ayer, se abren muchas incógnitas sobre los futuros proyectos y apuestas personales de Caldera en Béjar como son la Fundación Premysa, las reformas de la Residencia de El Buen Pastor, o el Parador Nacional en La Cerrallana. Nos imaginamos que antes de salir del Ejecutivo, Caldera habrá tenido en cuenta estás circunstancias y hecho lo posible para que sigan adelante a pesar de que él no esté en el Gobierno. Por lo menos, eso es lo que se nos indica desde fuentes socialistas, asegurándonos que Caldera garantizará el apoyo personal a los proyectos que afectan directamente a Béjar; aunque, y mucho nos tememos, no será lo mismo que ese apoyo se efectúe desde un círculo más distante de la toma de decisiones real del Consejo de Ministros.

No obstante, con la no presencia en esta legislatura de Caldera en el Gobierno, todos los bejaranos hemos perdido. De derechas, del centro y de izquierdas. Qué duda cabe que a pesar de que se le pueda criticar todo lo criticable, la presencia del único bejarano en el Congreso, la presencia del único Ministro de Béjar que ha dado la historia, daría un peso a esta zona en el Gobierno. Un peso que antes tenía, y ahora ya no. Sin Caldera en el Ejecutivo, hemos perdido todos