Monarquía en "tela de juicio"

Llevo 11 días sin escribir nada en este blog. Algunos pensarán que por pereza, también. Pero hay muchas más causas. Una de esas causas es el bajón que nos dio a más de uno cuando nos enteramos de la decisión muy meditada de nuestro amigo Juan Carlos de cerrar su balcón. Sé que motivos y razones no le faltan, más bien todo lo contrario, y desde estas letras, aunque ya se lo he hecho saber, lamento mucho esa decisón. Aunque la comprendo de sobra, muy de sobra. Es una lástima, que como dije esta mañana en antena, se calle una de las voces más coherentes que he tenido el placer de oir, y una de las plumas más intensas y apasionadas que he tenido el placer de leer, en la política municipal bejarana. Y mira que son muchas las voces que se oyen, y muchos los textos que se escriben.
Esta entrada la había pensado dedicar a la realeza. Al Rey y su "¿Por qué no te callas?"; a la casa real envuelta en la actualidad y no precisamente con buenas noticias. Hoy se conocía la sentencia a los autores de la viñeta de El Jueves que han sido condenados por injurias a la corona con una multa de 3.000 €. Esa quema de fotografías, esos alaridos del dobberman de la Cope pidiendo la abdicación del Rey. La separación de su hija...
No seré yo quien defienda la monarquía. No seré yo quien defienda a quien designó un dictador genocida al frente de una nación y como su sucesor. No seré yo quien defienda a aquel que pertenece a un linaje cuyos antecesores mataron a muchas personas en guerras estériles, y descendiente del nefasto Fernando VII. No seré yo quien defienda a quien, de manera dictotorial, trata de imponer el silencio a quien disiente de su "Monarquía Parlamentaria" (y no me refiero solo al episodio con Chavez. El Rey es una Institución y no debería mandar callar a nadie, aunque tuviera la mayor de las razones. Eso está fuera de lugar, para ello tenía a Zapatero, Moratinos...). No seré yo quien defienda a alguien al que no se fiscaliza y que no rinde cuentas a la Hacienda, a la Agencia Tributaria. No seré yo quien defienda a quien, por el mero hecho de existir, tiene más derechos que cualquiera otra persona en España. No seré yo quien defienda a alguien contrario al Estado Democrático que precedió a un genocidio. No seré yo quien defienda a quien nos llena España de sus vástagos que ya tienen la vida resuelta en contrapartidas presupuestarias a costa de los impuestos que pagamos todos los españolitos.
No seré yo quien lo defienda, como hemos visto, él se sabe defender solo. Y si no, para eso están los tribunales, para ejecutar leyes obsoletas en contra de la libertad de expresión. Se puede opinar de todo, menos de la Casa Real. Entonces, ya no se puede opinar de todo. Ya no estamos en un Estado de Derecho, si una de las libertades máximas en Democracia, la libertad de expresión, está coartada en un aspecto tan capital como la forma de Estado.
¿Qué hay de malo en una República? En una República se elige al Jefe del Estado, aquí nos vino impuesto. Estoy convencido que si hubiera elecciones a la Jefatura del Estado, el Rey, si se presentara, ganaría de calle. Sin duda. Seguiría, como dice un amigo mío "mamando de la teta" pero por lo menos, los españoles, habríamos elegido quién mamaría de esa teta.
Y por último, reflexiono, si ahora están las cosas calentitas con la Monarquía, llevan unos días tremendos, en primera página de Nacional, Internacional, Crónicas de Tribunales, y Prensa Rosa... el pueblo español, indudablemente Juan Carlista, que no monárquico, ¿Cómo se pronunciaría en el caso hipotético de la sucesión?
D. Juan Carlos se ha sabido ganar al pueblo, sobre todo aquel aciago 23-F. ¿Pero que méritos tiene su hijo para ser Jefe de Estado, además de simplemente haber nacido?

Y ahora, después de esto, que me lleven al Tribunal con los compañeros de El Jueves.

Pd. ¡¡Vaya par de dos!! Uno, impuesto por un dictador, mandando callar a otro que dio un GolPe de Estado.