"Lo que la naturaleza no da, Salamana no lo presta" o en latín: "Quod natura non dat Salmantica non praestat"

Durante el transcurso del pleno y ante la obcecación del portavoz popular por seguir adelante con su convocatoria plenaria, a pesar de la corrección realizada por la propia Secretaría General del Ayuntamiento que indicaba que esa convocatoria de pleno no se atenía al reglamento, Cipriano González, alcalde de Béjar, dijo una frase que hacía mucho tiempo que no escuchaba, la conocía, pero no la escuchaba porque tampoco había tenido la ocasión de encontrarme en una conversación o debate en la que tuviera cabida, salvo en esa sesión y por la cabezonería mostrada desde los bancos de la derecha (y digo derecha por la ubicación y no por la ideología extremista). “Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta”. Y que buena verdad es. Verdades como puños se encuentran en los axiomas tradicionales de nuestro refranero español; y es que cuando alguien no da más de sí, él, o su mente obtusa, aunque vaya a la Universidad de Salamanca (con toda la solera, saber y conocimiento que ésta tiene), no va a cambiar esa mente obtusa. Esa frase ha dado mucho de sí en el blog de mi amigo Juan Carlos y parte de ello lo habéis podido ver también en bejarnoticias. Y es que dice el refranero castellano (ya que de dichos va la cosa) que "las verdades, ofenden", o "quien se pica..."
No sabemos si la obcecación, parece que heredada de su gran líder, (ese que fracasó estrepitosamente en las elecciones municipales debido a su nefasta gestión), una vez que los hechos tozudos y los informes tajantes le quitaban la razón, fue lo que le hizo toparse con la cruda realidad de un mal asesoramiento (quizás el asesor debería saber leer primero antes de asesorar), y de la falta de argumentos para rebatir ese informe técnico-jurídico y las franquezas puras y duras. Todos comprendían por qué, por el tan manido 106, no se podía convocar ese pleno extraordinario, ¿Todos?, no. En la sala capitular había 6 personas 6 (como toros en una buena corrida -de toros- que se precie) que no lo entendían o no lo querían entender aunque se lo explicaran por activa, por pasiva, en alto, o en bajo. O eso, o les daba ya todo igual y la falta de ideas y de argumentos les hacía repetirse una y otra vez en la misma argumentación incoherente y fuera de lugar después de la contundente intervención de la propia Secretaria General del Consistorio. Fue tajante, “ese artículo no es aplicable”. Pero nada, seguimos, como ya dijimos en su momento, viviendo y viendo como las filas del PP bejarano permanecen en un bucle temporal sin fin como si de la película de Paco Martínez Soria, Don Erre que Erre, se tratara. Precisamente en esta ocasión, el protagonista argumentativo de esa "peli", permaneció callado a pesar de las alusiones directas que se hicieron a su persona y a su nefasta gestión municipal. Pero en su defensa tenemos que decir que tiene dignos herederos, ambos portavoces suplentes, que han bebido en las mismas fuentes de la cabezonería, la testarudez, la terquedad, la obstinación, la obcecación, la obsesión y la ofuscación. Fuentes que se han demostrado pésimas para la gestión municipal y que por ende, y por sí mismas, demuestran una clara nulidad para las responsabilidades públicas. Bueno, en realidad ya la demostraron.
Hace tiempo que me comentó alguien muy próximo a ese partido, que tenía que haber una renovación inmediata justo después de fracasar de esa manera en las elecciones municipales, pero añadió, “¡Allá ellos si quieren volver a perder las próximas! Yo no pienso participar en esa debacle”.
Creo, y así lo he manifestado en muchas ocasiones, que en las filas del PP hay gente más que cualificada para coger las riendas de ese partido; y sobre todo, mucho más cualificada que los ahora los representan. La pregunta es obvia entonces, ¿Por qué no cogen las riendas de una vez? Siempre es triste ver que quien te representa tiene como ideología la sin razón de la obcecación. Así les luce el pelo.